Tu color es un café obscuro que combina con algunos tonos claros de tus rincones. Eres callado, no dices nada, pareciera que no tienes vida pero tienes mucha; lo percibo al ver tus hojas semisecas al moverse con cada ráfaga de viento. Sospecho que no te das cuenta cuando te observo para describirte preo se que presientes que lo hago.
¿Tendrás sed? hace mucho calor y puedo pensar que no has bebido agua en un par de días, lo sé porque el suelo donde pisas está totalmente seco, hay piedras a tu alrededor sufriendo de calor al igual que tu.
Posees una copa pequeña de hojitas lisas y planas, son verde opaco con tonos amarillezcas debajo, que lo hace ver con cierta luz.
¿Tendrás unos treinta años? ó quizás seas más viejo; puedo notar que no hay mucha sabiduría en ti comparada con otros de tus compañeros que se nota que han guardado mucho más secretos. Estas un poco alejado de ellos, a tu alrededor hay una gran circunferencia sin nada más que piedras y pasto seco, ¿Te gustará estar solo? o quizás ahí creciste sin poder hacer nada por tener alguien a tu lado.
Te sigues moviendo por la fuerza del viento, mientras yo sigo tratando de inspirarme en ti en lo que pasa el tiempo. El cielo se ha nublado un poco y tu descansas por eso, al observar bien me doy cuenta que todo este tiempo que pensé que tenias calor, el agua de la regadera que refresca el pasto lo hace al igual contigo.
Sigue pasando el tiempo y sigo escribiendo para ti pero aun no logras provocar en mi tal éxtasis de inspiración, mis palabras hacia ti son esforzadas pero trato de revocar cada instante de sentimiento para que esto fluya. Por un rato deje de verte, más sin embargo de vez en cuando volteo y te vuelvo a observar, ahí, en medio de esa tranquilidad donde el viento se libera y los pájaros cantan a nuestro alrededor; hay un silencio semi-absoluto que me provoca sueño.
Vuelvo a distraerme y más adelante del tiempo me doy cuenta que... quise escribir para ti, pero tal pareciera que nos provocas esa fuerza de sentimientos profundos que me impulsen a enamorarme.
Mujer Guerrera
14-abril-10
¿Tendrás sed? hace mucho calor y puedo pensar que no has bebido agua en un par de días, lo sé porque el suelo donde pisas está totalmente seco, hay piedras a tu alrededor sufriendo de calor al igual que tu.
Posees una copa pequeña de hojitas lisas y planas, son verde opaco con tonos amarillezcas debajo, que lo hace ver con cierta luz.
¿Tendrás unos treinta años? ó quizás seas más viejo; puedo notar que no hay mucha sabiduría en ti comparada con otros de tus compañeros que se nota que han guardado mucho más secretos. Estas un poco alejado de ellos, a tu alrededor hay una gran circunferencia sin nada más que piedras y pasto seco, ¿Te gustará estar solo? o quizás ahí creciste sin poder hacer nada por tener alguien a tu lado.
Te sigues moviendo por la fuerza del viento, mientras yo sigo tratando de inspirarme en ti en lo que pasa el tiempo. El cielo se ha nublado un poco y tu descansas por eso, al observar bien me doy cuenta que todo este tiempo que pensé que tenias calor, el agua de la regadera que refresca el pasto lo hace al igual contigo.
Sigue pasando el tiempo y sigo escribiendo para ti pero aun no logras provocar en mi tal éxtasis de inspiración, mis palabras hacia ti son esforzadas pero trato de revocar cada instante de sentimiento para que esto fluya. Por un rato deje de verte, más sin embargo de vez en cuando volteo y te vuelvo a observar, ahí, en medio de esa tranquilidad donde el viento se libera y los pájaros cantan a nuestro alrededor; hay un silencio semi-absoluto que me provoca sueño.
Vuelvo a distraerme y más adelante del tiempo me doy cuenta que... quise escribir para ti, pero tal pareciera que nos provocas esa fuerza de sentimientos profundos que me impulsen a enamorarme.
Mujer Guerrera
14-abril-10
